Por Iván Aranza
Ciudad de México
Entrar al hermoso Pueblo Mágico de Naolinco, en Veracruz, es sumergirse en un mundo donde la historia y la autenticidad se entrelazan. Sus callejones empedrados y coloridas fachadas son solo el comienzo de una experiencia única.
Explorar el centro histórico de Naolinco es como pasear por un libro de historia viviente. La iglesia de San Mateo, erigida en el siglo XVI, es un tesoro arquitectónico que evoca el pasado colonial de la región. La plaza principal, vibrante y llena de energía, sirve como epicentro de festividades y encuentros culturales.
Los amantes de la gastronomía encontrarán en Naolinco un festín para los sentidos. La Fiesta de San Mateo despierta el pueblo con música folklórica, danzas tradicionales y exquisitos manjares. Desde tamales de elote hasta sabrosos platillos con chiles autóctonos, la cocina local refleja la riqueza de las tradiciones culinarias.
Sumérgete en el arte de la artesanía local al explorar los talleres de huaracheros. Estos artesanos expertos crean auténticos huaraches de cuero, fusionando la tradición indígena con la influencia española. Un par de estos huaraches no solo es un accesorio, sino una pieza de arte que lleva consigo la identidad cultural del pueblo.
Naolinco también ofrece oportunidades para la aventura al aire libre. Senderos serpentean por los bosques circundantes, invitando a caminatas y exploración de la biodiversidad local. Para los más intrépidos, el descenso en balsa por el río Actopan ofrece emociones acuáticas en medio de un paisaje impresionante.
Naolinco se revela como un destino lleno de vida, donde la autenticidad y la hospitalidad se entrelazan con la magia de su pasado. Con sus festividades vibrantes, delicias culinarias y experiencias al aire libre, este Pueblo Mágico invita a los visitantes a sumergirse en una travesía fascinante y llena de descubrimientos.
Sin duda alguna es un destino fascinante para venir con amigos y familiares, ya que no tiene costo de entrada y posee escenarios mágicos. ¿Qué esperan para venir?