«Motín x quesería Un lugar donde nuestro paladar se emociona»

Ciudad de México 

Por Leonardo Resendiz Ortega 

Hola godínez viajeros, hoy les compartiremos una de las visitas a restaurantes más satisfactorias y deliciosas que hemos tenido la dicha de conocer, porque en esta ocasión visitamos Motín.

Motín es un restaurante ubicado en Tabasco 311, Roma Nte., Cuauhtémoc, 06700 Ciudad de México, CDMX en el que se sirven platillos que en primera instancia se ven deliciosos y cuando probamos el primer bocado lo confirmamos.

Y es que no solo es su comida, sino que el cálido y acogedor ambiente que se siente desde que entramos, lo es todo, con un servicio tan amable y carismático que pocas veces encuentras en otros restaurantes y  con una temática que parece salida de una película de Wes Anderson por su paleta de colores que al combinarse conforman una perfecta armonía entre las sillas, las mesas, la barra, la cocina y por supuesto la comida. 

De los platillos que pedimos todos fueron una completa experiencia, el sabor de cada uno de los platillos estaba completamente marcado, los ingredientes, las especias y la consistencia estaban en el punto y si algo nos gusta a los mexicanos en un restaurante es que las porciones sean grandes y en Motín lo tienen más que claro.

Cuando vimos llegar el primer platillo nos quedamos asombrados por el tamaño del plato, por el aroma que despedía la comida y por la dedicación a la presentación que los cocineros y el personal ponen en cada platillo. Aquí fue cuando confirmamos que las personas primero comemos con la vista. 

Motín no solo es un restaurante para ir a comer, sino que es un lugar donde podemos disfrutar de la compañía de nuestros amigos, familiares o pareja donde desde tu mesa puedes ver cómo los chefs preparan la comida,  como el personal se encarga de decorar el plato con la más acertada dedicación y como los meseros están al tanto de que tu estancia en Motín sea lo más placentera posible. 

Y si la persona con la que vas no es de comer mucho aquí se pueden pedir medias órdenes, que son muy eficientes para que no se desperdicie la comida que no se vaya a ingerir. 

El amor por la cocina se puede sentir en este lugar, al cuidar cada detalle de sabor y al combinar ingredientes que al momento de leerlos puedes dudar pero cuando los pruebas te das cuenta de que saben muy bien juntos, un ejemplo claro fueron las tostadas de atún sellado y marinado con salsa ponzu, que al combinar el atún con esta salsa se transforma una delicia.

Otro platillo que nos encantó fue el pan francés que combinaba a la perfección lo ácido y los dulce, siendo lo ácido el queso mascarpone y  zarzamoras, y lo dulce siendo la mermelada de frutos rojos y  frambuesas. 

Así como estos dos platillos hubieron cuatro más que de igual forma fueron deliciosos. 

Finalmente podemos decir que Motín nos enseña la pasión por la cocina, nos demuestra que la comida es una expresión de cariño y dedicación. 

Y ustedes godínez ¿Cuándo visitarán Motín?

MOTÍN

 

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