Ciudad de México
Por Leonardo Resendiz Ortega
Es un gusto saludarlos Godinez, hoy les platicaremos nuestro paso por uno de los restaurantes de comida rusa con mayor renombre en nuestro querido México, un restaurante que dejó nuestras expectativas bien servidas, nuestro estómago lleno y a nuestro paladar satisfecho; hoy hablaremos de KOLOBOK.
Kolobok cuenta con 7 sucursales en la Ciudad de México, en todas ellas podrán encontrar servicio a domicilio y pick up. La sucursal que nosotros visitamos esta ubicada en Salvador Díaz Mirón 87, Sta María la Ribera, Cuauhtémoc y nos llevamos una sorpresa al entrar al establecimiento y ver esos colores tan vivos que son representativos de Kolobok, ese rojo que te deslumbra combinado con los focos de luz cálida hacen la perfecta combinación entre colores que agradan a la vista y ese es el primer punto bueno, porque bien se sabe que entre mejor se vea el lugar mejor disfrutamos la comida.
Como segundo punto bueno podemos decir que la cantidad de platillos en su menú es exquisita porque aunque en la cabecera del menú se tiene por leyenda “Viaje sencillo a Rusia” podemos observar gran cantidad de platillos, la mayoría siendo agradable a la vista del consumidor.
Platillos como la ensalada rusa que lleva por nombre “Shúba” son los que te hacen sentir realmente en aquel país del que tanto se ha escuchado en películas, noticias y libros. Porque mientras en México preparamos la ensalada “rusa” con zanahoria, chicharos y papa, aquí en Kolobok preparan lo que realmente es una ensalada rusa, esta lleva cebolla, betabel, zanahoria, papa, salmón o sierra y mayonesa, dejando fuera al siempre presente chícharo en la ensaladas que se preparan en México, pero aún sin el chicharo esta ensalada que nos entregan los cocineros de Kolobok es extraordinaria.
De igual forma las bebidas que nos ofrecieron nos dejaron satisfechos y más que eso, pudimos observar cómo se prepara la mítica bebida rusa que a tantos de nosotros nos pega como ningún otro alcohol, hablamos del vodka, esta bebida que por sí sola nos quema hasta el alma pero con una minuciosa preparación es simplemente deliciosa. Nos prepararon una bebida llamada “Vodka Sour” en la que se combina limón, clara de huevo, angostura y claro, no podía faltar el vodka.
Finalmente llegó el momento del postre y de estos dos postres que pedimos solo podemos decir que son obligatorios para todo aquel que vaya a comer a Kolobok, son los primeros postres que se logran ver en el menú y desde que los ves sabes que vas a pedir al menos uno. El primer postre constó de unos Syrniki, dos tortitas de requesón esponjosas que llevan crema con mermelada, chocolate o miel, y el sabor entre el requesón y la mermelada hacen una armonía especial en el paladar. Para que se den una idea del aspecto de estas tortitas de requesón podemos decir que se parecen a los pastelitos que Mérida le ofrece a su madre en la película “Valiente”.
El otro postre elegido fue el pastel de miel, y este se lleva el premio del primer lugar porque tanto el olor, como el sabor, como la consistencia es brillante, puede que sea de los postres más sencillos pero la nuez con las capas del pastel son simplemente deliciosas y la miel da el toque final.
Aparte de la comida también debemos reconocer el trabajo del personal que nos atendió de una manera muy amable, explicándonos que era lo que llevaba todos y cada uno de los platillos que pedimos y es que esa paciencia no se encuentra en todos los establecimientos, les agradecemos sinceramente el trato con el que nos atendieron.
Como último punto debemos decir que hemos visitado varios establecimientos de comida que son realmente buenos, la comida y el servicio es exquisito, pero Kolobok ocupa un lugar especial, se acomodó entre los mejores lugares que hemos visitado los Godinez Viajeros.
¿Visitarán Kolobok?