Cena navideña del 24 de diciembre: Unión, cariño y amor

Ciudad de México 

Por Leonardo Resendiz 

La cena navideña del 24 de diciembre es una de las fechas más esperadas de todo el año, aquí es donde se reúne la familia y seres queridos para convivir y comer los platillos que están sobre la mesa. Cada uno de los invitados se luce con sus mejores platillos, su mejor postre o su mejor bebida, en esta cena lo importante es que todos disfruten de la mejor comida. Se considera un momento para compartir, reflexionar y fortalecer los lazos familiares, a menudo con grandes cenas y actividades familiares.

En las calles todo es una locura, desde la mañana hasta la noche, todos los supermercados están a reventar, las calles están llenas de autos, todos tratan de comprar los reales que se darán en el intercambio y no se diga de los que hacen comida ese día. 

En las casas la locura no es menos, todos en la cocina, en el patio o en la sala alistando todo lo necesario para la cena, están los que pican los vegetales, los que marinar la carne, los que hacen la salsa, los que hacen el ponche, los que hacen los postres, es una auténtica cocina, pareciera que fuese un restaurante de 5 estrellas con la presión para que los platillos salgan, es un sentimiento emocionante y agradable porque sabes que después de toda esa locura los platillos por fin saldrán a la mesa y todos tus seres queridos estarán comiendo junto a ti. 

Después de que la comida queda lista es hora de poner la mesa. Las mesas se visten con exquisitos manjares, desde el aroma seductor de un pavo horneado hasta el brillo reluciente de las ensaladas y los postres decorados con destellos navideños.

Y finalmente llega el momento de la cena, todos quieren comer de todos pero misteriosamente ese día nuestro estómago cae ante el primer o segundo platillo que probamos, es extraño que todos los años pase eso pero lo poco que se logra comer es delicioso.

Mientras todos comen, las velas en el centro de la mesa parpadean, iluminando rostros sonrientes que reflejan la emoción de la temporada. La música navideña crea una atmósfera casi mágica, mientras las risas y anécdotas, llenan los corazones con la cálida sensación de pertenencia.

El brindis puede ser al inicio o al final de la cena, eso ya depende de cada familia, sea como sea no cabe duda de que es el momento más especial porque observas a todas la personas que comparten mesa contigo y te sientes agradecido por estar ahí disfrutando de su compañía. 

Queda más que claro que la cena del 24 de diciembre es más que solo eso, es una noche del año en la que podemos solo sentarnos y disfrutar aquel vino o aquella sidra en compañía de los que más queremos.

Y ustedes godínez ¿Qué prepararan para cenar este 24 de diciembre? ¿Les toca con la familia de su pareja o con la de ustedes? cuéntenos. 

 

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