«Museo del Tequila y del Mezcal «

Ciudad de México 

Por Leonardo Resendiz 

Líquidos destilados desde el alma de México 

Desde el primer momento que pisamos la entrada del museo del Tequila y del Mezcal nos damos cuenta que no será como otros museos, sabemos que nuestros ojos verán bebidas que al instante harán que nuestra lengua tenga la sensación de bañarse en saliva. Y no es mentira cuando decimos que el olor dentro de este museo es diferente a otros, aquí se pueden percibir aromas de madera, alcohol, humo y cuerda. 

Los trabajadores de este lugar te reciben de una manera muy atenta y muy amable, explican cómo es que se manejan las dinámicas que se llevan a cabo dentro del museo proceden a enseñarte sobre algunos tipos de bebidas que se encuentran exhibidos. El ambiente es agradable. 

Al subir las escaleras te encuentras con una catrina que reafirma la identidad nacional tanto del museo como de las bebidas que estás a punto de ver y  te da la bienvenida a la sala de los alcoholes donde la cantidad de botellas que se ven es impresionante, se pueden apreciar botellas de todos colores, tamaños y formas, porque para una botella de tequila o mezcal no hay molde y la creatividad en las botellas es para que los tragos sepan mejor. 

Además de las botellas exhibidas también podemos encontrar los procesos de cómo se fabrica el tequila y el mezcal, se pueden ver diferentes tipos de barricas que alguna vez sirvieron para darle color, sabor y aroma al tequila. Además de las barricas también se encuentran algunas máquinas que se utilizan para hacer el tequila. 

Después de la sala de licores, se logra ver una sala secundaria en la que nuestros ojos son testigos de fotos históricas. En todas y cada una de las fotografías hay una persona que no muchos conocen por el nombre o por vista, pero por su canción más famosa si, Cien años; si, hablamos de Alberto Cervantes el compositor que creó Cien años. Si van a visitar esta exposición es mejor que lo hagan lo más pronto posible porque forma parte de las exposiciones  temporales que maneja este museo. 

Finalmente el equipo de Godínez Viajero bajamos a la tienda de recuerdos de este museo y vaya que las botellas y recuerdos que se venden ahí son muy llamativos a la vista. Nos encontramos con botellas de tequila en forma de pistolas y de botas, además la encargada de aquel lugar nos dio una explicación sobre una botella en extremo extraña, era un mezcal con una serpiente dentro de la botella. Lo que la encargada nos explicó fue que este mezcal se utiliza para remedios medicinales, pero no está a la venta. 

Y como último paso por el museo se puede probar la degustación de un caballito de tequila con el 45% de alcohol y uno de mezcal con el 55% de alcohol, realmente bastaron esos dos caballitos para darse cuenta de la calidad de los tragos y el sabor ahumado que deja en la boca es incomparable.

Los invitamos a todo a visitar este museo, les aseguro que no se arrepentirán de esta experiencia. 

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