Camécuaro, lago de lágrimas

Ciudad de México 

Por Leonardo Resendiz 

Una princesa, un heredero y un romance destruido 

El lago de lágrimas es una leyenda de origen Purépecha, esta leyenda se lleva a cabo en Lago de Camécuaro se ubica en la ciudad de Tangancícuaro de Arista en el estado de Michoacán. Nos cuenta la historia de un romance entre una princesa y el sobrino del fundador del imperio Purépecha.

La princesa de nombre Huanita y el heredero al trono purépecha de nombre Tangáxhuan eran unos jóvenes enamorados y sus planes era el casamiento después de la primavera, los jóvenes querían esperar a tener la mayoría de edad para poder casarse y así ninguna persona con mayor edad que ellos podría impedirles el casarse. 

Como era de esperarse no todas las personas estaban de acuerdo con el casamiento de estos dos, la familia del jóven no estaba del todo contenta por la boda, porque la princesa si bien era una persona importante no pertenecía a los clanes aliados de los purépechas, es así como un integrante de la familia del jóven contrató a un sacerdote sacrílego de nombre Candó para que impidiera la boda, pero no asesinando a la princesa, porque eso significaría guerra entre dos pueblos, el plan era secuestrarla el día de la boda para que el jóven pensara que la princesa se había arrepentido y así cancelar el compromiso. 

Cuando llegó el día de la boda Candó secuestró a la princesa y la ocultó en yácata de Cutzé, por la tristeza y desesperación Huanita comenzó a llorar tanto que se dice que con sus lágrimas se formó el lago de Camécuaro.

Cuando el heredero se enteró de lo que había pasado corrió al rescate de su amada, pero no fue lo bastante veloz, a lo lejos vio a Candó cuando se marchaba del lugar, lleno de ira y con su arco, le disparó una flecha que le atravesó el corazón; Candó murió al instante, por lo tanto nunca dijo el escondite donde dejó a la princesa y el heredero nunca logró encontrarla. Busco día y noche, pero su búsqueda fue inútil pues ya habían pasado semanas y se podía intuir que la princesa había sucumbido a falta de comida y agua. 

Se dice que si te adentras en el lago de Camécuaro, se logra ver la figura de una mujer que te extiende los brazos, no se sabe si pide ayuda o solo quiere dejar de estar sola en ese lugar reteniendo en ese lugar a quien logre capturar. Los barqueros que ofrecen viajes por el lago dicen que las últimas noches de primavera siempre se escucha el llanto de una mujer y que las aguas del lago no son pasivas como las demás noches del año. 

Y ustedes Godínez, ¿Ya habían escuchado esta leyenda? ¿Han visitado el lago de  Camécuaro? 

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