El trompo de juguete: Cobra, diamante, azteca… o de madera

Ciudad de México 

Por Leonardo Resendiz 

El trompo…

Cuántos de nosotros no jugamos con un trompo, de madera o de plástico, el trompo era el juguete más deseado cuando éramos niños de primaria. Cuántos no recordamos que a la hora de la salida en la escuela nos juntábamos con nuestros amigos a jugar con nuestros trompos, nunca faltaba el que le metía papel mojado o plastilina adentro para que cuando diera el famoso “picotazo” destruyera de un solo golpe a los demás trompos. 

No cualquiera podía girar un trompo, para eso tenías que tener destreza y para hacer trucos con él debías de tener aún más destreza; el ponerse el trompo en la mano, la vuelta al mundo, el equilibrista, el picotazo y el bailarín son los trucos más famosos que se pueden hacer con un trompo, todos y cada uno de ellos requiere mucho cuidado y equilibrio. 

Los godínez recordamos que cuando íbamos en la primaria se corría un mito de los trompos más resistentes y que soportaban mucho daño, esos tre tipos de trompos eran los Diamante, los cobra y los azteca, no se sabe si es verdad o no, pero de lo que sí estamos seguros es que si un trompo aguanta un picotazo con un trompo relleno de plastilina entonces es de buena calidad. 

Jugar con trompos no es solo una cuestión de diversión; también implica habilidad y destreza. Los niños mexicanos aprenden a controlar la velocidad, el equilibrio y la fuerza de sus lanzamientos para mantener el trompo en movimiento durante el mayor tiempo posible.

Pero este juguete no solo se limita a que se juegue con él a la salida de la escuela, también se juega en las calles y dentro de la casa, aunque algunas de nuestras madres no nos dejaban girarlo porque se rayaba el piso. Sea donde sea que se juegue con un trompo, debemos admitir que es hipnotizante verlo girar y chocar con otro trompo.

A lo largo de los años, el trompo ha resistido la avalancha de los modernos dispositivos electrónicos y videojuegos, es uno de los pocos juguetes de antaño que han resistido estos tiempos modernos. Su persistencia en la cultura mexicana simboliza la importancia de las tradiciones en un mundo en constante cambio. Además, el trompo enseña a los niños a encontrar alegría y creatividad en las cosas simples, demostrando que la felicidad no siempre depende de la última tecnología o de la consola de videojuegos más avanzada.

El trompo por lo general tiene forma cónica, pero esta depende de la región. En otros países el trompo es más plano y la punta sobre la que gira es más larga.

A pesar de su simplicidad, el trompo es una fuente de creatividad y diversión para los niños. Experimentar con diferentes técnicas y trucos les brinda una sensación de logro y alegría, mostrando que la diversión puede encontrarse en las cosas simples de la vida.

En resumen, el trompo de juguete es un símbolo vivo de la cultura mexicana. Representa la continuidad de las tradiciones, la habilidad, la comunidad, la resistencia cultural, la identidad nacional, la creatividad y, sobre todo, la alegría de jugar. Es un recordatorio de la riqueza cultural de México y de la importancia de preservar y valorar las tradiciones que han definido a la nación a lo largo de los siglos.

Pero ustedes godínez, ¿Qué marca de trompo tenían? ¿Conocen alguna marca de trompo? ¿Jugaron alguna vez con un trompo de madera? cuéntenos.

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