Ciudad de México
Por Arturo Ureña
Bajo el cálido abrazo del sol, Cholula emerge como un mágico escenario donde el pasado y el presente entrelazan sus manos en un baile armonioso. Este encantador Pueblo Mágico de Puebla es mucho más que una postal de calles empedradas y coloridas fachadas. Es un testigo viviente de siglos de historia, una narrativa que se despliega en cada callejón y plaza, y un faro que ilumina la riqueza cultural de México. Acompáñenos en este recorrido por las callejuelas de Cholula, donde el tiempo parece detenerse para dejarnos respirar su esencia.
Cholula, como un capítulo olvidado de un antiguo libro, espera pacientemente ser descubierta por aquellos que buscan más allá de lo evidente. Esta pequeña joya de Puebla es mucho más que una postal pintoresca. Es un crisol de culturas, un santuario de tradiciones y un testimonio de la maestría de sus habitantes. A través de sus calles empedradas y sus monumentos milenarios, Cholula nos invita a reflexionar sobre la inagotable riqueza de nuestro patrimonio y la importancia de preservarlo para las futuras generaciones.
Piedra sobre Piedra: La Pirámide que Abraza el Cielo: Piedra sobre Piedra: La Pirámide que Abraza el Cielo: En el corazón de Cholula yace una de las pirámides más grandes del mundo, la Gran Pirámide de Tepanapa. Su imponente presencia no solo nos habla de la grandeza de la civilización prehispánica que la erigió, sino también de la maestría arquitectónica que desafía al tiempo. Cada piedra que la compone es un testigo mudo de los siglos que ha presenciado y de los secretos que guarda.
Colores que Cuentan Historias: Las fachadas de Cholula son un lienzo en el que el pasado se despliega en una paleta vibrante de colores. Cada tonalidad, cada detalle tallado en madera o forjado en hierro, nos habla de la dedicación de sus habitantes por preservar la esencia de su pueblo. Las casas de Cholula no son solo moradas, son cápsulas del tiempo que nos transportan a épocas lejanas.
El Encanto de las Tradiciones Vivas: En Cholula, las tradiciones no son solo recuerdos en sepia, son vivencias palpables que se celebran con fervor. Desde las festividades religiosas que llenan las calles de música y color, hasta las festividades locales que rescatan juegos y prácticas ancestrales, Cholula nos enseña que el pasado y el presente pueden coexistir en perfecta armonía.
Un Tejido Humano que Cuenta Historias: Más allá de las piedras y los monumentos, son las personas de Cholula las que realmente le dan vida a este lugar. Sus historias, sus tradiciones orales, su calidez y hospitalidad, son el alma latente que late en cada rincón. En Cholula, cada habitante es un guardián de la memoria, un pilar que sostiene la identidad de este pueblo.
Cholula, Puebla, es mucho más que un destino turístico. Es un santuario de historias, un testigo de la grandeza humana y un recordatorio de que el tiempo no es más que un hilo que teje la trama de nuestras vidas. Al recorrer sus calles, al contemplar sus monumentos, nos sumergimos en un viaje en el tiempo que nos confronta con la importancia de preservar nuestro legado cultural. Cholula nos enseña que el pasado no es una reliquia, es un eco que sigue resonando en nuestro presente y que merece ser escuchado y celebrado.
Un domingo en familia en Cholula, Puebla, ¿Cómo te caería? Arma el plan y cuéntanos tu experiencia.
